Coincidiendo con el aniversario de la muerte de Walter Benjamin en Portbou, el 26 de septiembre, varias acciones tienen lugar a lo largo del propio recorrido que el filósofo hizo el día anterior
–de la frontera con Francia hasta el pueblo. Estas acciones se plantean como lecturas benjaminianes sobre el territorio y exploran la tensión entre la proyección del que se espera encontrar antes de cruzar una frontera, el anhelo de salvación, y el trauma que a menudo se acaba generando una vez cruzada.
De los elementos generados de las propias acciones, que funcionan como registro pero también como obras auràtiques, como residuos icónicos del que ha tenido lugar solo una vez, en un aquí y uno ahora determinados, se deriva un paisaje lejano, inaccesible, dejado al detrás de vallas que impiden la circulación. Este paisaje configura propiamente aquello que a menudo entendemos como exposición: una muestra de obras irrepetibles, únicas, que actúan como instantáneas de ciertas acciones pasadas y que a menudo son muestras de malestares históricos.
Horarios:
El 28 de septiembre a las 20:00h en la estación de Renfe de Portbou se inaugura la exposición Paisatges Desitjas que recoge estas acciones.
Paisatges Desitjas del 28/09 al 27/10
Horarios de apertura:
- Lunes a Viernes de 16 a 20h
- Sábados de 10 a 14 y de 15 a 20h
- Domingos de 10 a 14h
La frontera es una línea geopolítica que delimita dos territorios con diferentes historias, construcciones y situaciones. Unas de las repercusiones de estas diferencias son los trayectos transfronterizos, caminos de un único sentido –de ida pero no de vuelta– que expresan el deseo de emigrar a un territorio mejor que aquel del que se proviene. Paisajes deseados hace referencia a este deseo, a la esperanza de encontrar o construir un escenario más propicio al otro lado, un imaginario suficientemente poderoso como para tener que enfrentar las dificultades que supongan los traspasos de un país a otro. Todo lo que se espera encontrar al otro lado es una imagen construida, tanto en nivel individual como social; es una imagen alimentada tanto por los discursos que se generan y se distorsionan a su alrededor como por los medios de comunicación –formas tecnológicas– que presentan una visión siempre alterada de los territorios no pisados. La exposición Paisajes deseados explora esta idea, la no correlación entre la representación de la distancia y la vivencia de la proximidad, a través de la lectura que Walter Benjamin hizo de la relación entre la obra de arte y la tecnología.
Según él, hay que distinguir la obra única, la propia naturaleza de la cual la dota de una aura que la hace un objeto especial, de la serialización que comportan las formas mecánicas de reproducción. El anhelo con el que nuestra mirada ha construido y sacralizado la obra de arte única o auràtica se refleja aquí como un paisaje no circulable, inaccesible, construïble solo a través de la imaginación que cohesiona los pequeños fragmentos que pueden ser vistos de un paisaje completo. Solo los elementos reproducibles derivados de estas obras puede visitarse, transitarse sin barreras. A menudo, de los territorios anhelados, de los otros lados de la frontera, solo obtenemos una imagen idealizada, pequeños fragmentos de una realidad compleja, traducida por los medios decomunicació. Son estos fragmentos, unidos habitualmente por la imaginación de quien habita un territorio castigado, el germen que acaba constriñendo el deseo de cruzar, de encontrarse al otro lado una imagen idealizada del que realmente se encontrará.
Enric Puig Punyet
Comisario de la exposición
Organiza: Angelus Novus, Passatges Cultura contemporanea, La Escocesa
Agradecimientos: Hangar.org, Ajuntament de Portbou, Renfe