¿Qué es el drag king? ¿Por qué nunca me había planteado su existencia, siendo la figura de la drag queen tan conocida? Si el drag es una herramienta de subversión y desnaturalización del
género binario, desarollada desde un lugar político de disidencia LGTBI; ¿por qué el drag queen es tan popular y el drag king no se conoce casi nada? ¿Por qué el concepto del ‘drag’ es siempre implícitamente entendido desde ‘lo femenino’?
Todas estas preguntas y muchas otras más, son la base de mi investigación artística. Me llevan a plantear la práctica drag king -la teatralización subversiva de las imágenes y formas asociadas a ‘lo masculino’- como una vía creativa desde la cual abordar cuestiones individuales y colectivas sobre el género y el poder en la sociedad. Esta práctica se convierte así en un dispositivo de transformación y resistencia para las disidencias sexuales y de género. Un dispositivo que opera a través de la celebración, el deseo y la libertad experimental con el propio cuerpo. Siendo el drag una forma de expresión que pertenece políticamente a la disidencia sexual y de género, se hace evidente la necesidad de proveer a comunidades LGTBI infrarrepresentadas - bolleras, trans, no binaries, intersex…- del espacio adecuado para tomarse su propia forma de expresión y así empoderarse colectivamente. A través del drag king pueden crearse espacios de encuentro seguros que generen las redes de apoyo y cuidado tan necesarias en nuestras comunidades, así como que permitan la libertad de experimentación y empoderamiento en el deseo y la expresión de género.
La propuesta consiste entonces en generar un espacio de reflexión e investigación en torno al género, valiéndonos de la práctica drag king, su experimentación y visibilización. Este proceso
tiene dos vertientes principales:
- Por un lado, a nivel subjetivo, es una vía creativa de empoderamiento para minorías LGTBI, cuya ‘pluma’ está situada en el espectro de lo llamado ‘masculino’ -es decir, la llamada ‘pluma
marimacho’.
- Por otro lado, a nivel artístico, constituye una vía de expresión que permite utilizar la representación de la masculinidad para realizar una reflexión y crítica subversiva hacia sus imágenes y asociaciones con el poder, tal y como se entiende en el sistema binario. De este modo el drag king abre una vía para la crítica feminista queer que es creativa, utiliza el humor y el disfrute como resistencia, y está basada en la experiencia práctica (es decir, no proviene de una articulación teórico-conceptual).
A través de todo ello, se abre también el cuestionamiento de las formas hegemónicas y binarias de entender tanto el género como el drag: se aborda el hecho de la persistencia de entender el drag desde lo femenino, y con ello se amplía y se hace evolucionar el concepto de drag y su práctica. Se transforman los límites de posibilidades de utilización de esta práctica para cuestionar y desnaturalizar el género, así como los límites respecto a qué sujetos pueden practicarlo. De este modo se aborda la desnaturalización de ‘lo masculino’.
Planteo entonces un recorrido de transformación subjetiva y colectiva a través de 6 sesiones que cubrirán distintos aspectos de esta práctica -experimentación, celebración, historia, filosofía, apertura de preguntas y debates-. Se generará un espacio para el tránsito transformador de distintas dimensiones del género; constituyendo un evento que impacte en la escena drag en Barcelona, buscando ampliarla generando nuevas formas de entender y practicar drag, y creando un espacio adecuado para que sujetos políticos que normalmente quedan fuera de esta práctica puedan utilizarla de forma subversiva. Este espacio quiere ser un punto de encuentro de personas vinculadas a esta práctica que en último término fortalezca y desarrolle la creciente escena drag king en Barcelona, que personalmente me dedico a estimular y cuidar.
Todo ello generará una serie de disrupciones que me permitirán realizar un análisis filosófico general y basado en la práctica que se trenza con el trabajo de investigación del que esteproyecto forma parte. Se realizará una publicación final que recoja todo este proceso de transformación colectiva y que servirá como un registro que es archivo vivo para nuestras comunidades.
Y es que, a día de hoy no existe un imaginario fuerte que pueda actuar como representación visible y disponible para nuestro empoderamiento colectivo. Cuando comencé a hacer drag king en 2018, casi no había información disponible ni referentes para comenzar. El drag king y los activismos feministas queer asociados siempre han estado ahí, pero nunca han llegado a visibilizarse. Un objetivo principal de mi trabajo es ayudar a conseguir la visibilidad y representación de nuestras comunidades en el imaginario cultural. Así, a las personas que están llegando les resultará más fácil que a mí y a muches otres acceder a toda esta información y referencias, y podrán tener cada vez más herramientas a mano.
Más info Ken Pollet
*Fotografia de Isaac Flores