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hay que abonar con entusiasmo
hay que darlo todo en todo momento
El cuerpo es la tecnología más precaria: está en el centro del debate como lugar de operaciones que van desde el disciplinamiento y el control hasta la resistencia y transformación. El cuerpo que trabaja, está atravesado por multiples factores que lo convierten en un cuerpo que trabaja y hace trabajar otros cuerpos, y otras cosas. Las primeras máquinas de la revolución industrial patriarcal, fueron las obreras y los obreros, quizás por eso robot, en checo quiere decir trabajo.
Workouts es una línea de investigación que atraviesa el cuerpo y el trabajo, y que nace de la preocupación entorno las concepciones enquistadas de la idea de trabajo y esfuerzo en los discursos neoliberales, y las nuevas tendencias aceleracionistas que persiguen la disolución de las tareas productivas para el sostenimiento de la vida. Este proyecto, pone la mirada en las coreografías que ejecutan las cosas y los cuerpos, en el trabajo de producción y reproducción de alimentos, como el trigo, pero también en la producción del arte, desde una mirada performativa.
Un marco desde donde experimentar con el cuerpo y su capacidad performática, material y coreográfica, y que toma varias formas de aparición y repetición, entre el espacio de producción agrícola y el espacio de visibilidad del arte. La investigación se ve atravesada por varías cuestiones o líneas de pensamiento, que se van tocando y poniendo en tensión mientras hacen cuerpos muy concretos; así, en este proyecto toman partida los discursos feministas y ecofeministas; las nuevas concepciones de qué es la ecología; Los trabajos en que la danza, la práctica del arte y la performance se conceptualizan como trabajo, como actividad monetizada y productiva; y aquellas manifestaciones culturales populares en que se hacen visibles el trabajo y sus coreografías, el campo, el gesto, el folclore y la repetición.
Mi interés con esta línea de trabajo es practicar o ejercitar la memoria, corporal y muscular, del trabajo desde una intención placiente, pero no tan solo la memoria de los cuerpos humanos que participen de ciertos procesos y acciones, sino también atendiendo aquellos cuerpos invisibilizados, y la memoria de las otras cosas y cuerpos que se movilicemos en la acción de trabajar: especies vegetales, suelos, máquinas, animales y herramientas. Cosas que trabajan, se trabajan y sueño trabajadas y hacen trabajar.
Marco conceptual del proyecto:
Recientemente, se han descubierto, en un yacimiento arqueológico de Jordania, los restos del pan más antiguo de la historia hasta ahora, de más de 14.400 años de antigüedad, poniendo en cuestión la concepción histórica de la agrilogística y la correlación de los hechos que dan origen al sedentarismo y al capitalismo. La elaboración de este pan, comportaba un proceso muy laborioso, entre grandes caminatas en busca de espigas, la separación de la paja y el grano, y la moltura de los cereales para hacer harina con morteros de piedra manuales. Quizás por su dificultad, se especula que eran productos de comida con funciones rituales, consumidos en ocasiones puntuales y no cotidianos o diarios, aunque su proceso de elaboración seguramente estructuraba la cotidianidad y las tareas productivas y reproductivas de entonces.
Hay investigaciones arqueológicas que han descubierto que las mujeres que vivían cuando se desplegó la agricultura, entre 14.000 y 12.000 años atrás, tenían una estructura ósea un 30% más fuerte y desarrollada que las mujeres atletas de la actualidad, lo cual se debe seguramente a la práctica manual de la moltura de cereales, que comportaba un gran esfuerzo físico y repetitivo que modeló sus cuerpos. En la investigación de los procesos tradicionales de la agricultura y el cultivo de trigo, pero, nos damos cuenta que la presencia de la mujer, del cuerpo feminizado, visible en el folclore, se hace invisible en la representación del trabajo, dibujando así una división entre la idea placiente del hacer, relacionada con aquello femenino y estetilizado en la cultura popular, como algo no productivo, y el esfuerzo doloroso del trabajo, alineada con una concepción masculina de aquello productivo.
Cuando exponemos un cuerpo en un esfuerzo muy intenso y no llega suficiente oxígeno a las células musculares, tiene lugar un proceso de resistencia anaeróbica, donde las células son capaces de adquirir energía sin oxígeno; como el proceso de fermentación del pan. Podríamos decir que para resistir, el cuerpo que trabaja fermenta cuando está agotado. Una especie de sobre-cultivo del cuerpo en la acción, como lo hace lo el trabajo excesivo que se practica en el campo y los suelos, a través de la sobre-estimulación de la tierra, que busca la máxima productividad, aunque esta práctica acaba ahogando y empobreciendo los suelos.
La práctica del arte, hace del cuerpo, un campo sobre-cultivado. Como ocupación, se presenta como un conjunto de actividades y procesos, que mantienen ocupados en los cuerpos, enredados en una espiral coreografiada de sobre-producción y ejercitación precaria que no puede sostenerse como una práctica económica viable, pero funciona como un mecanismo de entrenamiento; mantiene en los cuerpos en condiciones óptimas para una participación concreta en cualquier momento. Igual que las parejas de la película de Pollack “Danzad, danzad malditos”, los cuerpos deben no dejar de bailar, mientras dure el baile, con la desesperanza que mientras bailan, sobreviven.
Existe una traducción del gesto de trabajo, en gesto de baile. Quizás como en el baile de bastones, que según se llama proviene de antiguos rituales agrarios, o ciertos bailes populares y folkloricos, o pasos de bailes propios del pop, el reggae, y el techno. El movimiento que hace el gesto de trabajo, en danza es parte de una especie de reconocimiento de nuestro cuerpo y sus posibilidades de coexistencia con otros cuerpos y cosas, pero la pérdida de esta relación, dificulta esta conciencia de hacer cuerpos. Experienciar la coexistencia en el movimiento muscular y rítmico en ciertas prácticas y acciones, hace posible un encuentro de los cuerpos en una especie de communitas que se da en la excitación y el ritmo mientras sucede. Work, work, work decía Rihanna.
Twork hace referencia al twerk, pero también es un concepto que aparece en este proyecto para poder pensar que entendemos para trabajar, y poner palabra a cómo nos gustaría a la vez entenderlo y vivirlo. Leemos en wikipedia que twerk proviene de sacudida (werk) y twist (T), en relación a los movimientos que se definen con esta palabra. Fannie Sosa, nos explica que el twerk es también una danza, entre otras relacionadas con el control de la fertilidad por parte de las mujeres; danzas anticonceptivas y abortivas. pero también danzas que permiten la relación entre el cuerpo y el entorno a través del placer. Dicen también que werk, podría ser en realidad «work», como en la canción de Rihanna. Así TWORK es una manera de decir «twist the work». Un «work» que es una práctica, y no un entrenamiento, una práctica que se mueve entre el hacer, el baile y lo fertil.
En esta dirección, varías autoras, han abierto la posibilidad de volver a pensar como nos relacionamos con el placer, como Ladelle McWhorter a su trabajo «Bodies & Pleasure: Foucault and the Politics of Sexual Normalization» expone la posibilidad de apropiarnos de aquellas dinámicas disciplinarias que se aplican en los cuerpos, con el objetivo de liberarlos:
«¿Qué pasaría si utilizáramos nuestras capacidades de desarrollo temporal no para prepararnos para alguna tarea más allá de ese desarrollo, sino para el propósito del desarrollo mismo, incluido el desarrollo de nuestras capacidades para el placer? ¿Qué pasaría si usáramos el placer en lugar del dolor como nuestra principal herramienta disciplinaría?»
(Extraído y traducido, bajo el título: Saber se poder se placero).
Otras investigaciones más relacionadas con el trabajo propiamente dicho, abren el camino a entender este como un proceso lúdico, en que los cuerpos participan por placer, como el caso de algunas sociedades predesierticas del Sahara de cazadores - recolectores, en que se destaca una sociabilidad basada en el placer, donde el trabajo entendido como un juego hizo posible formas de vida más igualitarias y cooperativas.
En esta dirección, situándonos en el ámbito de las artes performativas, es muy revelador, el analisis que hace Maite Garbayo y Amelia Jones de algunas propuestas performatiques llevadas a cabo por cuerpos feminizados. Ambas autoras abren la posibilidad de romper la separación entre placer y conocimiento, en crítica a algunas concepciones feministas del siglo XX que parecen reproducir la dominación masculina del placer:
«El mantenimiento de la autoridad crítica en el interior del discurso artístico demanda una rígida separación entre el placer corporal y encarnado y la llamada teoría, lo que provoca que la posibilidad de un trabajo artístico que sea al mismo tiempo sensual y conceptual, corporal y teórico, erotizado y politicamente critico, no esta permitida.»
(Extraído de: Cuerpos que aparecen: Performance y feminismos en el tardofranquismo. Maite Garbayo)
Objetivos generales del proyecto:
Los objetivos generales en que se enmarca esta investigación artística se centran en las relaciones y tensiones en la relación trabajo, cuerpo y placer común. Así me interesa abrir otras maneras de entender como hacemos sostenible nuestra vida y como podemos sostenerla y reproducirla, encontrando maneras más placientes de sobrevivir, atendiendo en los cuerpos que participan y se mueven, y acercándome a otros gestos que pueden servirnos por reterritorrializar corporalmente concepciones más placenteras del que entendemos para producir.
Con esta voluntad, quiero explorar las potencias de los discursos feministas y posthumanistas en la performance y la práctica del arte, desde una perspectiva abierta, experimental y situada, en que los saberes corporales y las experiencias personales puedan ser a la vez materia de trabajo común. En este sentido, me propongo investigar como aparece el cuerpo “feminizado” en la representación del trabajo en el folkclore y la cultura popular, para conocer cómo han sedimentado los imaginarios actuales entorno el cuerpo femenino en la producción y reproducción de la vida y del sistema económico actual.
Objetivos específicos del proyecto:
Mi objetivo con este proyecto es atravesar y torcer la idea de trabajo, y de hacer colaborativo, pero también habitar el margen entre la idea de entrenamiento y práctica, siguiendo autoras como Barbara Hung, experimentando con las posibles capacidades de generación otras concepciones menos anaeróbicas y más fértiles y placientes del hacer de los cuerpos y las cosas.
Me propongo poner en el centro la cuestión del placer en las prácticas artísticas y en la concepción del trabajo desde una perspectiva ecofeminista. Como un marco de experimentación artistica, el proyecto se plantea como un proceso abierto para la experimentación en la producción performàtica y material desde una mirada posthumanista donde hacer aparecer cuerpos humanos y no-humanos. Me interesa así el trabajo colectivo y compartido para poder explorar las potencialidades que puede encarnar la repetición como práctica colectiva. A la vez, es un ejercicio para experimentar la relación entre hacer y disfrutar, como un proceso encarnado en mi vida diaria y profesional para apropiarme de mi placer corporal de trabajar junto con otros.
Bibliografía inicial del proyecto:
- El tiempo es lo único que tenemos.
- Lecturas sobre danza y coreografía.
- Cuerpos que aparecen: Performance y feminismos en el tardofranquismo. Maite Garbayo.
- Dark ecology. Timothy Morton
- Pensamiento ecológico. Timothy Morton.
- Caliban y la bruja. Capitalismo y acumulación originaria. Silvia Federicci
- Patriarcado del salario. Silvia Federicci
- Germinal. Fina Miralles
- Maternidades subversivas. Maria Llopis.
Links:
- link al registro de una acción TWORK llevada a cabo en el parque agroecologico de Gallecs, sobre un campo en barbecho
- link a la pàgina de GRAF donde podeís encontrar la ruta de Diciembre, surgida de unes jornadas organizadas por Marc Vives, y en las que participe activamente con este proyecto